Un socavón en el nuevo polígono de Martos evidencia problemas de los saneamientos

El Ayuntamiento   recepcionó la ampliación del polígono Cañada de la Fuente en junio “sin reservas”, una obra en la que parte de las tuberías se han descompuesto y ha cortado una de las calles 

Los problemas no acaban para la puesta en marcha definitiva de la ampliación del polígono industrial marteño Cañada de la Fuente. Cuando el pasado mes de junio la consejera de Fomento, Elena Cortés, firmaba con la entonces alcaldesa Custodia Martos, nuevas cláusulas del contrato entre ambas administraciones para impulsar la llegada de la línea eléctrica a la obra, todo apuntaba a que por fin el problema acababa.

Apenas unos meses después, los problemas se agravan: los saneamientos de la segunda fase de esta zona industrial se han hundido en una de las calles. Desde hace unos días, un socavón de unos cuatro metros cuadrados en una calle aledaña a la Fundación Andaltec evidencia que se trata de un problema de envergadura. Los saneamientos de al menos esa calle se han descompuesto. El tubo por el que discurren las aguas, posiblemente por los ácidos y productos que utilizan las empresas del entorno han acabado con el material que esos tubos y ha provocado el hundimiento.

Aqualia, la empresa concesionaria del suministro de aguas y el saneamiento en la ciudad ha declinado pronunciarse, pero los técnicos consultados coinciden en que no se trata de una rotura del tubo sino un desgaste por la erosión y el efecto de algunos productos. Esos técnicos no descartan que el problema sea mayor y otras calles aledañas a la del socavón incluso otros puntos del polígono se hayan podido ver también afectadas. En los próximos días, a la vuelta de las fiestas, continuarán las catas e inspecciones de más zonas. 

A esos problemas de saneamientos en la vía se le suman las reclamaciones que varias empresas instaladas en el entorno de la nueva fase han interpuesto reivindicando las responsabilidades patrimoniales por casa de inundaciones y daños en naves que se han producido en algunos días de lluvia, sobre todo en el mes de agosto cuando las lluvias fueron abundantes. 

Un problema municipal

El ‘caramelo envenenado’ para el Ayuntamiento cuando se producía la firma de aquella adenda al contrato entre Junta y el consistorio era la “recepción sin reservas” del polígono por parte de la ciudad. Tal y como estaba. Con estos problemas incluidos. Mediante la firma, la administración local asumía como propia la ampliación del polígono, y eso conlleva tener que hacer frente a este tipo de arreglos y avería, que de confirmarse la magnitud, podría requerir “una inversión muy importante” para su arreglo, según las fuentes consultadas. 

El inicio de los trabajos de esta ampliación del polígono en el que apenas se cuentan media docena de empresas instaladas se remontan al año 2005.  Entonces se impulsó la obra con un convenio suscrito entre la Junta y el Ayuntamiento para la gestión y urbanización de las 33 hectáreas de esta segunda fase por parte de la antigua Empresa Pública del Suelo de Andalucía (ahora Agencia de la Vivienda), cuya inversión ha superado con creces los 10 millones de euros.